Yulia Navalnaya, viuda del líder de la oposición Aleksei A. Navalny, se alineó con los votantes frente a la embajada rusa en Berlín el domingo, en una de sus pocas apariciones públicas desde la muerte de su marido el mes pasado.
La señora Navalnaya ha prometido continuar el trabajo de su marido. Su presencia en la embajada el domingo para votar en las elecciones presidenciales de Rusia parecía seguir una de las últimas exhortaciones políticas de Navalny antes de morir: respaldar el llamado de otro activista para que los opositores del presidente Vladimir V. Putin se presenten en las urnas el domingo a las mediodía hora local.
La Sra. Navalnaya se negó a hacer comentarios a los periodistas mientras estaba en la fila de una milla de largo, flanqueada por la portavoz de su marido desde hacía mucho tiempo, Kira Yarmysh. Pero abrazó y se tomó fotografías con seguidores que se le acercaron, algunos de ellos llorando.
Después de unas seis horas de espera, Navalnaya salió de la embajada rusa. Dijo a los periodistas que había escrito “Navalny” en su boleta.
A la 1 de la tarde, la fila de votantes se extendía por casi una milla a través del centro de Berlín y terminaba justo después de un cartel que marcaba la ubicación del búnker de Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Varias personas que esperaban para emitir su voto dijeron que planeaban votar por cualquier persona que no fuera Putin (aunque las alternativas eran candidatos aprobados por el Kremlin) o escribir en nombre de Navalny.
Yulia Lozovskaya, de 29 años, quien se mudó a Alemania desde San Petersburgo después de la invasión de Ucrania por parte de Putin, fue una de los muchos que buscaron a Navalnaya después de enterarse en las redes sociales de que estaba parada en algún lugar de la fila.
“Sientes que no estás sola”, dijo Lozovskaya, refiriéndose al tamaño de la multitud. “Y eso da una fuerza enorme”.
