Si buscamos una voz autorizada para hablar de los Portland Trail Blazerspocas habrá mejores que la de Clyde Drexler. El que fue base estrella del equipo de Oregon es el máximo anotador de la historia de la franquicia y la pieza clave con la que llegaron a dos finales de la NBA a principios de los 90 (1990 y 1992). Pero después de ese segundo intento por el título, en el que cayeron a manos de los Bulls de Jordan, los Blazers quedaron en una especie de indefinición deportiva, en un estado latente en el que seguían entrando en playoffs, porque tenían calidad de sobra para firmar buenos balances en temporada regular, pero ya sin ser competitivos al más alto nivel cuando llegan las eliminatorias. Las dos siguientes temporadas caerían con claridad en primera ronda.
En febrero de 1995 la franquicia tomó una decisión: traspasar al que había sido su estrellasu jugador franquicia, para dar un nuevo impulso al equipo. Clyde Drexler se marchó a Houston junto a Tracy Murray por Otis Thorpe, Marcelo Nicola y una primera ronda del draft. El resultado fue, una vez más, caer en primera ronda. Una marca que no romperían hasta 1999, año en el que llegaron a la primera de los dos finales de conferencia consecutivas que iban a disputar. Por su parte, Drexler, nacido en Houston, iba a lograr en su ciudad natal el único anillo de su carrera ese mismo 1995.
El salón de la fama Estuvo hace unos días en un podcast grabando todo esto y explicando las similitudes que ve con la situación actual de los Blazers y de Damian Lillard: «Estábamos compitiendo por un título cuando era más joven y, a medida que crecía un poco, 31, 32, comenzó a pensar que necesitaremos reconstruir, lo cual fue prematuro. Utah se mantuvo unido a su equipo cuatro o cinco años después de eso y entonces nosotros estábamos por delante de ellos. Podríamos haber llegado a dos finales más. Destruyeron prematuramente a ese equipo«decía Drexler refiriéndose a las dos finales consecutivas de los Jazz en 1997 y 1998.
«Queria competir, soy un competidor, quiero ganar, no quiero sentarme y enseñarles a los jóvenes a jugar. Pensé que quería ir y competir por un campeonato y pudimos ganarlo. Es el mejor movimiento que he hecho»explicaba sobre su traspaso a los Rockets.
No entiendo el traspaso de McCollum
Esa mentalidad competitiva e instinto ganador del que presume es el que le lleva a cuestionarse qué intentaron los Blazers cuando traspasaron a CJ McCollum a los Pelicans hace un par de semanas. Para Drexler ese movimiento es un error: «Cuando los equipos renuncian a grandes jugadores como ese, uno se pregunta qué están pensando. Él está en su mejor momento. Es un tipo que ha producido mucho para tu franquicia y te das por vencido. Como aficionado casual y como un tipo que sabe un poco sobre el juego, no entiendo esos movimientos porque cuantos más buenos jugadores consigas, mayores serán tus posibilidades de ganar».
Por supuesto, como cualquiera que entienda mínimamente de NBA, sabe que esta estrategia pone en duda la continuidad de Lillard en el equipo despues del verano. Draxler cree que la base estará pensando en destinos donde poder pelear por el anillo: «Estoy seguro de que Lillard debe estar pensando que tiene que ir a algún lugar para competir por un título, a menos que solo quiera quedarse allí y terminar su carrera. Pero si es competitivo, estoy seguro de que está buscando un lugar para ganar. Como jugador, tienes que hacer ese ajuste y tienes que tomar esa decision muy rapido. ¿Quiero quedarme aquí y ser amado y tal vez que no gane un campeonato, pero me amen aquí en Portland? Eso no fue suficiente para mí».