Vecinos de Invivienda y Mendoza reclamaron a la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD) la solución de una tubería del drenaje sanitario que está tapada, de la que emanan excrementos que invaden la zona con el mal olor.
Marina Reyes tiene una pequeña cafetería en la calle profesor Manuel del Cabral frente a donde sale el agua de los baños a borbotones y desde hace unos cuatro meses no puede vivir en paz, al igual que sus vecinos.
No puede comer tranquila y entrada la noche se tiene que encerrar para no respirar el mal olor a materia fecal que invade el lugar. Su negocio también se ha afectado porque algunas personas prefieren comprar alimentos en otros lados donde no hay el hedor que sale del registro.
«Tengo el estómago grave, eso es una náusea porque eso es tóxico, los ojos me pican, da alergia, me da de todo y así está todo el mundo”, contó.
Pero no solo los vecinos son afectados, sino también los estudiantes y profesores de la Escuela Club San José de Mendoza, a menos de 10 metros del lugar.
Feliberto Reyes deploró que los niños y adolescentes salen de la escuela y algunos se han caído en el agua maloliente o la pisan, lo que considera una contaminación peligrosa. Afirmó que la gente de la CAASD ha ido en dos ocasiones a resolver el problema, pero no han podido.
Marcelino Fabián Vásquez cuenta que en cuatro ocasiones ha solicitado a la CAASD la solución del problema y un ingeniero lo que le dice que primero hay que hacer el trabajo en otro lado para luego atender el reclamo y que esa es la última tubería que supuestamente colocará.
Ese problema es en la actualidad el más grave de Invivienda, donde la CAASD está instalando tuberías debido a que es constante que corre agua sanitaria. El mal olor se extiende a más de 50 metros porque la materia fecal corre por los contenes y, cuando llueve, la situación es peor.