Para profundizar en la más reciente ruptura de relaciones diplomáticas en el hemisferio, así como sus implicaciones y posibles consecuencias, conversamos con Carlos Rajo, periodista con décadas de experiencia en diversos países de Latinoamérica y productor ejecutivo de NY1 Noticias Digital.
La disputa entre el presidente ecuatoriano Daniel Noboa y su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador se convirtió en una crisis diplomática a gran escala.
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A mediados de diciembre, la cancillería mexicana anunció que el exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas pidió «ingreso y salvaguarda», en la embajada de México en Quito, aduciendo temor por su seguridad.
Semanas más tarde, una magistrada ecuatoriana ordenó el retorno de Glas a prisión y la cancillería amenazó que dar asilo a un prófugo de la justicia ecuatoriana violaría la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954.
El 5 de abril la policía ecuatoriana allanó la embajada de México por autorización del presidente Noboa bajo el argumento de que existía el riesgo inminente de que Glas se diera a la fuga.
“Lo que sucede es triste porque ha roto las relaciones diplomáticas. Ecuador dice: 'no queremos que esto siga, somos amigos con el pueblo mexicano' y México amenaza con todo el derecho del mundo de ir a la Corte Internacional de Justicia, de llevar la cuestión a las Naciones Unidas”, resumió Rajo, indicando que “se está tocando algo tan preciado como es el nacionalismo en la historia de cada país, que siente que el otro ha accionado mal”.
Sobre el acercamiento de Jorge Glas, a quien las autoridades ecuatorianas han vinculado al narcotráfico con el mandatario mexicano, Rajo recordó que Glas fue un vicepresidente de un gobierno de izquierda de Rafael Correa, una figura de la izquierda latinoamericana.
“El presidente mexicano, López Obrador, se ubica en esa esquina de izquierda latinoamericana. Son, por decirte algo, 'primos ideológicos'», dijo el periodista.
Acerca de cómo se ven las acciones del presidente de México extendiéndole la mano a un exvicepresidente declarado culpable de soborno y corrupción, invitando al Gobierno de Rusia al Desfile Nacional de la Independencia de México, acercándose con los líderes cubanos y otros países no alineados, Rajo indicó que más allá de las apariencias, “el primer paso hacia la ruptura fue cuando el presidente de México dijo algo que tenía que ver con la política interna de Ecuador”, refiriéndose a la conferencia de prensa presidencial del 3 de abril.
En ella, el mandatario mexicano insinuó que un candidato ganó de forma «sospechosa» las elecciones de Ecuador tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, baleado durante un acto de campaña en agosto.
Julio César García, presentador de Pura Política y exdiplomático mexicano resaltó que el pronunciamiento de AMLO viola la máxima que había regido las relaciones de México con el exterior desde 1867: “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”, del presidente de ascendencia indígena Benito Juárez a quien López Obrador se ha comparado toda su carrera política.
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El moderador también resaltó que los comentarios públicos del mandatario mexicano sobre las elecciones ecuatorianas van contra los estándares y cánones más estrictos de la cancillería, la llamada doctrina Estrada en honor a su autor en 1930, misma que confirma los derechos a la no intervención extranjera ya la autodeterminación de los pueblos.
Acerca de cómo se ve México hoy en el escenario internacional, Rajo opina que tras el allanamiento a su embajada, México se ve como la víctima. “Es una cuestión indefendible”, dijo.
Sobre los efectos reales para los ecuatorianos que viven en México y los mexicanos que viven en Ecuador, el periodista subrayó que “quedarán afectadas las cuestiones consulares, cuestiones de negocios, partidas de nacimiento, pasaportes, todo lo que normalmente haces con un consulado o con una embajada”.
Sin embargo, Rajo apunta que lo más grave es ver enemistados a dos países latinoamericanos y la creación de bloques con naciones afines separadas por sus lealtades.
“Ahora hubo un comunicado de 22 ex presidentes, todos o la mayoría de ellos figuras de la derecha, comenzando por el ex presidente de Gobierno español Aznar, apoyando a Ecuador. Esto era innecesario. México y Ecuador son amigos, son países hermanos”, lamentó.
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