Muere Jimy Williams a los 80 años

Jimy Williams, un veterano del béisbol que tuvo marca de 910-790 como gerente de Grandes Ligas para los Azulejos, Medias Rojas y Astros, murió a la edad de 80 años, se anunció el lunes.

Como jugador, Williams jugó parte de dos temporadas en las Mayores (1966-67) con los Cardinals, participando en 14 juegos. El primero de los tres hits de su carrera fue contra el miembro del Salón de la Fama Juan Marichal.

La definición de alguien que pagó sus cuotas antes de escribir tarjetas de alineación en las Grandes Ligas, Williams, el orgullo de Santa María, California, dirigió en las Ligas Menores desde 1974 hasta 1979 y entrenó con los Azulejos durante seis temporadas antes de Toronto lo ascendió a entrenador en el 86.

Conocido como un instructor talentoso –un rol que nunca abandonó, incluso cuando dirigió– Williams ganó 86 juegos o más en cada una de sus tres temporadas completas en Toronto.

En 1987, Williams ganó 96 juegos, la mayor cantidad de su carrera. Sin embargo, esa temporada también será recordada porque los Azulejos perdieron sus últimos siete juegos y fueron superados por los Tigres en el título de la Liga Americana Este en el último juego de la temporada.

Los Azulejos se separaron de su manager apenas 36 juegos después de la temporada del 89. Williams siguió a su amigo cercano Bobby Cox (también trabajaron juntos en Toronto) a Atlanta en 1991 y sirvió como entrenador de tercera base para los Bravos, campeones de la Serie Mundial, en 1995.

En 1997, Williams tuvo la oportunidad de dirigir en uno de los principales mercados del béisbol cuando los Medias Rojas lo contrataron.

Durante su conferencia de prensa introductoria en Fenway Park, Williams mostró su naturaleza campechana cuando dijo: «Si una rana tuviera alas, no se golpearía el botín».

Para Williams, los años de los Medias Rojas fueron mucho mejor recordados por los logros del equipo en el campo que por las extravagantes frases ingeniosas con la prensa.

Fue durante ese período que Williams guió a Boston para el inicio de la popular era Nomar Garcíaparra/Pedro Martínez en la Nación de los Medias Rojas.

Williams llevó a Boston a la postemporada como comodín de la Liga Americana en 1998 y nuevamente en 1999.

Aunque los Medias Rojas perdieron al toletero estrella Mo Vaughn en la agencia libre después de la temporada de 1998 y no consiguieron un gran productor para reemplazarlo, Williams obtuvo más victorias de los Sox en 1999 (94) que la temporada anterior (92). .

Por sus esfuerzos, Williams fue reconocido como el Mánager del Año de la Liga Americana en 1999. Williams sigue siendo el último manager de Boston en ganar esa distinción a pesar de que los Sox ganaron cuatro títulos de Serie Mundial en el siglo XXI.

Si bien los Medias Rojas de mediados de la década de 2000 desarrollaron una cultura de recuperarse de enormes déficits en la postemporada, parte de esa mentalidad comenzó con el equipo de Williams de 1999, que le dio la vuelta a Cleveland después de perder los dos primeros juegos de la Serie Divisional de la Liga Americana.

Mientras las cámaras estaban sobre Millar, lo que lo convirtió en un momento icónico, un Williams mucho más discreto hizo algo similar cinco años antes en esa ALDS contra Cleveland.

Les dijo a sus jugadores repetidamente: «¡Será mejor que nos barran!». En otras palabras, si Cleveland no acababa con los Medias Rojas cuando tuvo la oportunidad, Boston regresaría con fuerza.

En un clásico Juego 5, Martínez se recuperó de una lesión en el hombro derecho que acortó su inicio en el Juego 1 y disparó seis entradas sin hits desde el bullpen. Troy O'Leary conectó dos jonrones, incluido un grand slam. Los Medias Rojas lograron una salvaje victoria por 12-8 para avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra los Yankees.

Después del partido, en una alegre sede del club, muchos jugadores gritaron: «¡Será mejor que nos barran!».

Los Yankees, en medio de una dinastía, vencieron a los Medias Rojas en cinco juegos en esa Serie de Campeonato de la Liga Americana.

Williams ocupa el octavo lugar de todos los tiempos en victorias gerenciales para Boston con 414. Aunque los Medias Rojas tenían un respetable 65-53 y estaban cinco juegos abajo en la División Este de la Liga Americana el 16 de agosto de la temporada 2001, Williams fue sorprendentemente relevado de sus funciones.

El tercer y último equipo que dirigió Williams fueron los Astros, para quienes registró un récord de 215-197 entre 2002 y 2004.

En 2008, como parte de un período de dos temporadas como entrenador de banca de los Filis, Williams consiguió otro anillo de Serie Mundial. También pasó un tiempo como instructor especial de los Rays y su hijo, Brady, es el entrenador de tercera base de Tampa Bay.

«El excelente legado de Jimy en el béisbol se transmitirá a través de sus hijos Brady y Shawn, y su impacto en el béisbol será recordado para siempre», dijeron los Rays en un comunicado.

A Williams le sobreviven su esposa durante 47 años, Peggy, así como dos hijos, dos hijas y ocho nietos.