El análisis de inteligencia desclasificado decía que el FSB había ayudado a financiar la Diplomacia Creativa y que se trataba de una “campaña de preparación” que los agentes de inteligencia rusos utilizaron para construir una red de “futuros influyentes occidentales” que el FSB esperaba que se convirtieran en partidarios del Kremlin.
El FSB ha rastreado las actividades de los alumnos de Creative Diplomacy, algunos de los cuales han publicado artículos pro-Rusia, dijeron los funcionarios estadounidenses. Si bien Burlinova ha negado cualquier vínculo con el gobierno ruso, la inteligencia estadounidense cuestionó esa afirmación.
Uno de los participantes en Creative Diplomacy, un estadounidense que habló bajo condición de anonimato, dijo que si hubiera conocido las conexiones del programa con la inteligencia rusa, no habría participado. Aun así, dijo que no se arrepentía de haber asistido al programa porque le dio la oportunidad de hablar e interrogar a funcionarios rusos a los que no habría conocido.
El sesgo prorruso del programa no era diferente de los programas de diplomacia pública en otros países, dijo, y algunos participantes se marcharon con una opinión peor, no mejor, de Rusia. El participante dijo que no le sorprendió saber que la Sra. Burlinova estaba trabajando con el FSB. Pero si el programa era una operación de inteligencia rusa, dijo, había poco de qué preocuparse para el gobierno de Estados Unidos, dada su ineficacia.
El análisis desclasificado destaca a otros tres: Andrey Stepanenko, que trabajó para el FSB de 2014 a 2019; Maksim Grigoryev, director de la Fundación para el Estudio de la Democracia, una organización que, según el análisis estadounidense, ha difundir narrativas antiucranianas en nombre del Kremlin; y Anton Tsvetkov, jefe de un grupo llamado Oficiales de Rusia. Los funcionarios estadounidenses dijeron que Tsvetkov, bajo la dirección de la inteligencia rusa, organizó protestas en Moscú, incluida una frente a la embajada de Estados Unidos.
Tsvetkov, a instancias de la inteligencia rusa, también organizó protestas contra el Bard College en el estado de Nueva York y su asociación con una universidad de San Petersburgo; Esas acciones finalmente llevaron a que el Kremlin prohibiera la escuela de Nueva York en Rusia, que temía la influencia occidental en las universidades rusas. Desde entonces, según el análisis de inteligencia, Tsvetkov ha organizado protestas contra Ucrania a lo largo de 2022 frente a varias embajadas occidentales en Rusia.