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domingo, diciembre 22, 2024

MOSCU, 13 de septiembre.- El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha mostrado todo su apoyo al presidente ruso, Vladímir Putin, y a su país en la «lucha sagrada» contra Ucrania, y se ha mostrado convencido de que Rusia vencerá, en el encuentro que ambos han mantenido este miércoles.

Putin, por su parte, ha calificado a Corea del Norte de «viejo amigo» y ha asegurado que la visita ha abierto «perspectivas» para la cooperación en los ámbitos militar y del espacio.

La esperada reunión entre ambos mandatarios ha tenido lugar finalmente en la base de lanzamiento de cohetes espaciales de Vostochni, en la región siberiana de Amur (Lejano Oriente ruso). Hasta allí ha llegado Kim tras tres días de viaje en su tren blindado, junto con una nutrida delegación. Putin ha justificado la localización argumentando que su invitado está «muy interesado en los cohetes».

Coincidiendo con la visita, Pyongyang ha lanzado dos misiles balísticos de corto alcance al mar.

EL «VIEJO AMIO» NORCOREANO Y LA «TRADICIÓN DE VICTORIA RUSA»

El encuentro bilateral ha comenzado con una visita a las instalaciones del centro espacial, durante la que Kim se ha interesado por varios aspectos.

Posteriormente, ambas delegaciones han negociado durante una hora y media, seguida de un encuentro personal entre Kim y Putin. Después, durante el almuerzo, ambos han aprovechado los brindis para lanzar algunos mensajes.

«Junto con el camarada Putin, hemos tenido una discusión compleja sobre la situación militar y política en la península de Corea y en Europa – ha comunicado Kim – y hemos llegado a la conclusión de que necesitamos intensificar más aún nuestra cooperación estratégica y táctica para asegurar la seguridad, y garantizar una paz duradera tanto en la región como en el mundo entero».

«Estoy profundamente convencido de que los heroicos Ejército y pueblo rusos herederán brillantemente la tradición de la victoria, demostrarán con vigor su noble dignidad y honor en los dos frentes, el de las operaciones militares y el de la construcción de una nación poderosa», ha dicho Kim al alzar su copa.

«El Ejército ruso y el pueblo ganarán sin duda una gran victoria en la lucha sagrada para el castigo de un gran mal que busca la hegemonía y alimenta una ilusión expansionista», ha añadido, según la traducción suministrada por las autoridades norcoreanas, y recogida por Reuters.

Putin ha asegurado que ambos países fortalecerán su amistad, para garantizar «la paz, la estabilidad y el bienestar». Una amistad que se forjó, ha recordado, en 1945, cuando la URSS ayudó a los coreanos frente a Japón (en 1948, la URSS fue el primer país en reconocer a la recién nacida Corea del Norte).

«Un viejo amigo es mejor que dos nuevos», ha aseverado Putin, usando un proverbio ruso.

Kim Jong-un ha abandonado Vostochni tras más de cuatro horas. Putin ha comunicado que su invitado continuará una gira por la región del Lejano Oriente ruso con una visita a fábricas de defensa en Komsomolsk del río Amur y con una exhibición de la Flota del Pacífico en Vladivostok.

«PERSPECTIVAS» DE COOPERACIÓN MILITAR ESPACIAL

Las conversaciones en Vostochni han sido «importantes y sustantivas», según la Presidencia rusa. Aunque no ha trascendido aún ningún acuerdo concreto, Putin ha declarado a la televisión rusa que se han abierto «perspectivas» de cooperación en los ámbitos militar y espacial.

«Hay ciertas restricciones. Rusia cumple todas estas restricciones, pero hay cosas sobre las que, por supuesto, podemos hablar», ha declarado el presidente ruso, en alusión a las sanciones internacionales impuestas por la ONU a Corea del Norte por su programa nuclear.

En la agenda del encuentro han figurado las relaciones y la cooperación bilateral, los vínculos comerciales y económicos, así como los intercambios culturales, asuntos internacionales y regionales, entre otros temas calificados de «sensibles» por el Kremlin.

«Nosotros enviamos ayuda humanitaria a ese país, pero además de esa asistencia hay posibilidades de trabajar como iguales. Y aquí las perspectivas no son malas», ha abundado Putin.

La delegación de Corea del Norte incluye a los ministros de Defensa y de Exteriores, así como altos cargos militares, entre ellos el director del Departamento Industrial de Munición y también el secretario para Ciencia y Educación del Comité Central del Partido de los Trabajadores, que está ligado al programa espacial norcoreano.

Por parte rusa han participado los ministros de Exteriores y de Defensa, Serguéi Lavrov y Serguéi Shoigú, entre otros altos cargos.

Según Estados Unidos, Putin quiere que Corea del Norte le venda munición para artillería y misiles antitanque para usar en Ucrania, mientras que Pionyang necesita tecnología avanzada para la fabricación de satélites y submarinos de propulsión nuclear.

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