El ejército israelí ordenó el sábado la evacuación de Jabaliya, en el norte de Gaza, mientras intensificaba los ataques allí porque, dijo en un comunicado, Hamas estaba tratando de “reensamblar su infraestructura terrorista y sus agentes en el área”.
Israel invadió por primera vez el norte de Gaza después del ataque liderado por Hamas el 7 de octubre, apoderándose del territorio y avanzando hacia el sur mientras se apoderaba de los bastiones de Hamas. Pero los militares aún no han derrotado decisivamente a Hamas, dicen muchos analistas, y su regreso a Jabaliya fue otro indicador de que la guerra podría prolongarse.
El ejército israelí ha dicho que mató con éxito a muchos de los comandantes clave de Hamás en Jabaliya, que considera un bastión y base de operaciones de Hamás. Sin embargo, en las últimas semanas, las fuerzas israelíes regresaron repetidamente a la zona (incluido el barrio Zeitoun de la ciudad de Gaza y Beit Hanoun) argumentando que los militantes estaban nuevamente activos allí. Cinco soldados murieron el viernes en el norte de Gaza, al menos cuatro de ellos por un artefacto explosivo, dijo el ejército israelí.
El sábado, horas después de instar a la gente a evacuar, el ejército israelí dijo que había comenzado a “atacar objetivos terroristas de Hamas” en el área de Jabaliya.
En una declaración, Hamás acusó a Israel de “intensificar su agresión contra civiles en toda Gaza” y prometió seguir luchando.
Los analistas militares israelíes calificaron el aparente resurgimiento de Hamás en el norte de Gaza como resultado del fracaso de Israel a la hora de establecer allí un gobierno alternativo, dejando tras de sí un vacío que permitió el regreso de una insurgencia. Las fuerzas israelíes arrasan zonas, pero cuando inevitablemente se retiran, Hamás reafirma su control, ya sea directamente o a través de aliados, dijo Michael Milshtein, ex alto funcionario de inteligencia israelí.
“Hamás todavía gobierna”, afirmó. “Sus fuerzas han resultado gravemente dañadas, pero todavía tienen capacidades. Todavía no hay alternativa para ellos en Gaza, y todas las alternativas que intentamos establecer fracasaron”.
Durante meses, el ejército de Israel ha afirmado haber “desmantelado” la mayoría de los batallones militares de Hamás. Pero los líderes israelíes también han admitido que sus fuerzas tendrán que emprender una campaña prolongada para sofocar lo que Yoav Gallant, el ministro de Defensa israelí, llamó “focos de resistencia”.
A finales de marzo, las fuerzas israelíes irrumpieron por segunda vez en el Hospital Al-Shifa, el complejo médico más grande de Gaza, alegando que se había convertido en una base para el intento de Hamás de reafirmar su dominio en el norte de Gaza. Según el ejército israelí, al menos 200 personas murieron allí y cientos más fueron arrestadas.
La batalla dejó gran parte del hospital en ruinas, y los palestinos que regresaron al complejo describieron haber encontrado numerosos cadáveres esparcidos dentro y alrededor.
No estaba claro cuántas personas prestaron atención a las advertencias de Israel de abandonar Jabaliya. Fatma Edaama, una residente de 36 años, aún no se ha marchado. Dijo el sábado que esperaba que los últimos enfrentamientos fueran lo suficientemente limitados como para permitirle permanecer a salvo.
“Nuestras vidas ya terminaron en 2006”, cuando Hamas ganó las elecciones legislativas palestinas, lo que llevó a Israel a comenzar a endurecer las restricciones sobre Gaza, dijo, y agregó: “No hay ningún lugar seguro al que podamos ir. Sumado a eso, la mayoría de las personas en nuestra casa son personas mayores o enfermas. ¿A dónde podríamos llevarlos?
