El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró este miércoles con un retroceso del 1.7 %, hasta los 65.46 dólares el barril, al imponerse la preocupación por la COVID-19.
Al final de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex), los contratos de futuros del WTI para entrega en septiembre perdieron 1.13 dólares con respecto al cierre anterior.
El crudo de referencia en Estados Unidos había comenzado la jornada al alza, pero terminó en rojo pese a que se reportó un nuevo descenso semanal en las reservas, como se esperaba.
Según la Administración de Información Energética, los inventarios de crudo bajaron en 3.2 millones de barriles la semana pasada hasta situarse en su nivel más bajo desde enero de 2020, mientras los de gasolina se elevaron ligeramente.
El Texas se ha resentido en las últimas sesiones por el repunte de contagios de COVID-19 atribuido a la propagación de la variante delta por todo el mundo, lo que empaña las perspectivas de demanda.
“El menor crecimiento en China a medida que impone restricciones en respuesta al aumento de casos de COVID-19 y la debilidad en los datos de Estados Unidos de la última semana ha dirigido la bajada”, opinó el analista Craig Erlam, de la firma Oanda.
“A corto plazo, el mercado de petróleo puede ser volátil con bajadas frecuentes a medida que los precios del crudo sufren debido a los problemas de demanda en Europa y la India”, dijo en una nota el analista Avtar Sandu, de Phillip Futures.
Además, los expertos señalaron que hoy ha influido la fortaleza del dólar, que encarece el precio del “oro negro” ante los mercados extranjeros ya que se comercia en esta divisa.
Por su parte, los contratos de gasolina con vencimiento en septiembre restaron casi dos centavos y terminaron en 2.15 dólares el galón, mientras los de gas natural para entrega el mismo mes sumaron un centavo hasta los 3.85 dólares por cada 1,000 pies cúbicos.