El parlamento israelí presentó el lunes un proyecto de ley que dificultaría la expulsión del primer ministro Benjamin Netanyahu por los cargos de corrupción en su contra, mientras avanzaba con un plan más amplio para reformar el sistema legal del país desafiando las protestas masivas.
Los legisladores de la Knesset dieron su aprobación preliminar durante una votación nocturna sobre el proyecto de ley, que permitiría al parlamento declarar a un primer ministro no apto para gobernar solo por razones físicas o mentales.
Se esperaba que el organismo votara más tarde sobre una medida que permitiría a la Knesset anular los fallos de la Corte Suprema y promulgar leyes que habían sido anuladas. Ambos proyectos de ley requieren votos adicionales antes de convertirse en ley.
Los pasos fueron los últimos de una serie de movimientos de la coalición de Netanyahu para reformar el sistema legal de Israel. El primer ministro y sus aliados dicen que el esfuerzo tiene como objetivo controlar una corte activista. Los críticos dicen que la campaña cambiaría los controles y equilibrios democráticos del país y concentraría el poder en manos de Netanyahu y su mayoría parlamentaria.
Netanyahu y sus aliados de la coalición ultranacionalista y religiosa se han comprometido a seguir adelante con los cambios legales a pesar de las manifestaciones de decenas de miles de manifestantes israelíes en los últimos dos meses. Líderes empresariales, expertos legales y líderes militares retirados se han unido a las protestas, y los reservistas israelíes han amenazado con dejar de presentarse al servicio si se aprueba la reforma.
En una votación nocturna, la Knesset avanzó un proyecto de ley que protegería a Netanyahu de los llamados a destituirlo, reemplazando la ley actual que abre la puerta para que un líder sea destituido en otras circunstancias. El nuevo proyecto de ley requeriría la aprobación de las tres cuartas partes del gobierno y podría ser anulado por el primer ministro.
La medida tiene una importancia personal para Netanyahu, quien volvió al poder a fines del año pasado luego de las quintas elecciones en Israel en menos de cuatro años. Está siendo juzgado por cargos de fraude, abuso de confianza y aceptación de sobornos. Él niega las acusaciones. Los procedimientos se han prolongado durante casi tres años.
Los grupos de buen gobierno y otros críticos han pedido al fiscal general del país que considere que Netanyahu no es apto para el cargo.
Hablando con miembros de su partido Likud el lunes, Netanyahu arremetió contra los medios israelíes y dijo que están transmitiendo un “tsunami interminable de noticias falsas” contra él. Reiteró su afirmación de que la revisión legal fortalecerá la democracia israelí.
La legisladora opositora Orna Barbivai dijo que el proyecto de ley era “una vergüenza, que dice que el primer ministro está por encima de la ley”.
La minoría palestina de Israel, que representa alrededor del 20% de la población, ha estado mayormente ausente de las protestas, en parte porque sufren discriminación en Israel y por el trato que Israel da a sus hermanos palestinos en Cisjordania y Gaza.
