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domingo, julio 6, 2025

Los Lakers comienzan en negativo



No ganaron ningún partido de la pretemporada y no contaban, eran amistosos, pero ha empezado la temporada y tampoco hay estreno con buen pie. Los Lakers se quedan a cero, o negativo si se quiere ver el balance y las expectativas, después de un primer partido en el Staples Center con el que no pueden estar satisfechos. Cayeron por 114-121 ante unos Warriors a los que mantuvieron perfectamente a raya más de medio partido y que les superaron en un final sin ideas y con demasiada soledad alrededor de LeBron James y Anthony Davis, que sumaron 67 puntos.

Los nuevos Lakers, comandados por un Russell Westbrook pasado de vueltas (4/13 en tiros, cuatro pérdidas, -23, una técnica), chocaron con lo que por momentos parecieron retazos de los viejos Warriors, los de los tres campeonatos y las cinco finales. Y sin Klay Thompson y James Wiseman, todavía no disponibles. Los secundarios salieron para que ni un Curry sideral hiciera falta, sabiendo dañar a los angelinos en los diversos puntos en los que iban fallando. Un trabajo colectivo lleva a San Francisco la primera victoria del año.

A nadie se le podía negar el espectáculo. Estos dos equipos protagonizados unos meses antes de una eliminatoria muy atractiva y se esperaba algo parecido, para que los jugadores se pusieron manos a la obra y lograron agradar. Muchos puntos, mucho acierto, público remando a favor, jugadas de calidad … Pero un conjunto tan veterano como los Lakers, que han envejecido la plantilla para ganar una experiencia que se note en la pista en partidos importantes, no debería dejar vivir a jugadores a los que puede matar, figuradamente hablando, y van dos ejemplos de este partido: Juan Toscano-Anderson entró entre frío y congelado, con tres o cuatro errores de bulto, y fue ganando confianza mientras le dejaban; Jordan Poole, un caso más acusado, comenzó como titular y sin acertar ni una y terminó siendo totalmente decisivo para remontar la desventaja y cerrar el partido por delante. Concediendo oportunidades a un cuadro tan bien trabajado no se va ni a la vuelta de la esquina.

Los equipos demostraron acierto en la primera parte. Los Lakers llegaron a mantenerse sostenidamente en el 60% durante muchos minutos. Un parcial de 13-2 estiró el primer cuarto para los locales, pero no hubo más que LeBron James y Anthony Davis. Y las metían de todos los colores: el alero, sacando faltas, con tiros en contacto, en el poste bajo; el pívot, cazando balones colgados o por alto, ganando la posición debajo del aro, acertando con los tiros lejanos. Con Carmelo no funcionó Westbrook, con Rondo tampoco funcionó Westbrook y los minutos del nuevo base de los Lakers en la cancha empezaban a pesar, por eso los de Kerr pudieron llegar con aire al segundo. La labor sabia de Iguodala y un par de canastas de orgullo de Wiggins mantenían el marcador a raya hasta que Anthony, con uno de los tiros que sí debe asumir, puso el +6 antes del descanso.

Empezaron a aportar los interiores de los Warriors, algo que no se puede copiar si hablamos de Jordan o Howard, y Poole cogió las riendas en una jornada en la que Curry no tuvo el día, como él mismo aseguró al terminar, pese a firmar el octavo triple-doble de su carrera. Ojo con este Poole, que el entrenador no le da confianza porque sí. Entre él y Lee se adueñaron del control del ritmo a partir del tercer cuarto y estaban llevando a su terreno un partido en el que James y Davis ya estaban para salvar los muebles, que lo hacían con bastante tino, pero no para seguir con la iniciativa .

Al cóctel que estaba agitando el cuerpo técnico de Golden State se unió un ingrediente quizá inesperado. Nemanja Bjelica fue aquel que mataba con Serbia y se empleó a fondo, machetazo a LeBron incluido, para sacar tiros adelante en jugadas que se embarullado. El aporte en defensa también fue de nivel y supo ser pegamento para una rotación de once jugadores en la que nueve funcionaron. Los triples siguen igualados en el último periodo y el juego combinativo, el de las grandes ocasiones, fue un soplo de aire que hizo a los Warriors tomar el último impulso para ganar este partido hecho carrera. Endosando 38 puntos en el cuarto decisivo a los Lakers en su propia casa y en el día de apertura es como se alza la voz.



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