Mía Simpson, de 14 años, dice estar feliz porque pronto regresará a la escuela.
Pero con la parálisis cerebral, trastorno muscular y retraso en el desarrollo los cuales padecen, ha sido difícil conseguir escuelas accesibles para ella, lo que ha supuesto una enorme lucha llena de desafíos.
“No importa que usen sillas de rueda o ‘walker’, el edificio entero de su centro de educación, tiene que ser accesible», explicó Yuvania Espino, madre de la menor.
Espino asegura que el sistema ha excluido y marginado a su hija por años.
«Cuando Mía empezó la escuela, yo como que me confíe, yo dije,’ bueno, esta es la escuela de mi hija, ellos van a hacer todo lo posible’, pero cuando los años pasaron, y yo vi que otros niños podían subir , tenían acceso a los diferentes programas en otros pisos, aprendí que se tenía que decir algo, se tenía que pelear, insistir acceso para todos los niños», agregó Espino.
Y es que un estudio reciente de la organización ‘Advocates for Children’, encontró que solo el 34 por ciento de los planteles escolares públicos son completamente accesibles para estudiantes como Mía, lo cual los excluye de la comunidad escolar por completo.
«No pueden participar en todo lo que ofrece la escuela, ya sean clubes, clases o lo que sea. Y no tienen las mismas oportunidades que sus compañeros», aseguró Sarah Part, analista de políticas de Advocates for Children.
Todo esto pese a que la Ley de Estadounidenses con Discapacidad entró en vigor hace más de 30 años, la cual exige que las administraciones estatales y locales garanticen a las personas con discapacidad la igualdad de acceso a los programas y servicios públicos, incluida la educación pública.
En la ciudad hay más de 1.400 edificios escolares, algunos de los cuales albergan varios colegios pero
-Sólo el 34% de esos edificios escolares son totalmente accesibles.
-Casi el 20% son parcialmente accesibles.
-Casi el 5% no son totalmente accesibles, pero están en proyecto de mejora.
-Y el 41% de los edificios son totalmente inaccesibles.
Aunque las cifras suenan un poco desalentadoras, según la organización esto representa una mejora con respecto a 2018, cuando tan solo el 19.5 % de las escuelas eran totalmente accesibles.
Mediante un comunicado, la Autoridad de Construcción Escolar detallo que «el informe muestra el progreso alcanzado por la ciudad en cuanto a la mejora de la accesibilidad de los edificios», y reafirmaron su compromiso de continuar este avance en el próximo presupuesto.
Espino trasladó a Mía a un colegio privado para alumnos discapacitados, pero aun así la situación les sigue afectada, puesto que la hermana menor asiste a la escuela pública y Mía no puede participar en eventos familiares.
«Como madre me rompe el corazón tener que hacer esas decisiones, no creo que hay un padre, debe tener que hacer esa decisión de excluir a un niño», dijo Espino.
Se espera que este mes de noviembre el departamento de Escuelas de la ciudad, proponga su gasto capital para los próximos cinco años, por lo que el reporte insta a la Ciudad asignar al menos Mil 200 millones de dólares para mejorar la accesibilidad escolar en al menos 200 edificios de aquí al 2029.