Mientras el alcalde Eric Adams pronunciaba su tercer discurso del Estado de la Ciudad, este miércoles, en el Hostos Community College, decenas de neoyorquinos se manifestaron en contra de sus políticas policiales, migratorias y de comercio.
Esto abarcó el veto de Adams al proyecto de ley «How Many Stops», o Cntas Paradas, que busca que la policía registre cada interacción que tienen con civiles.
¿Por qué están tapando a la policía? Deja que la información salga. Nosotros sabemos la práctica que está haciendo la policía, la práctica racista”, dijo Lisette Nieves, directora de programas de Community Connections for Youth.
Este proyecto de ley fue aprobado por el Concejo Municipal, pero el alcalde lo vetó bajo el argumento de que estos registros terminarían con los policías llenando informes en vez de estar patrullando.
Datos de la ciudad indican que un 25 por ciento de las detenciones bajo administración de Adams fueron inconstitucionales. El 97% de los detenidos eran neoyorquinos afroamericanos y latinos, a pesar de que menos representan el 50 por ciento de la población.
También protestaron en contra de la nueva regla que limita la estancia de solicitantes de asilo en albergues de la ciudad, estableciendo 30 días para hombres solos y 60 días para familias.
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“Eso no va a ir para ayudar a los inmigrantes Creo que es una falsa crisis inmigratoria porque ahorita lo que Nueva York está sufriendo es una crisis de vivienda”, dijo una de los manifestantes.
Los vendedores ambulantes también se hicieron sentir. Dicen que con la llegada de nuevos neoyorquinos, el gobierno debe otorgar más permisos.
“Y le exigimos que lo mejor que había podido haber hecho era darle las herramientas para que salieran a trabajar, eso implica buscar los mecanismos para que se le dé permisos para trabajar en este país”, dijo Vicente Veintimilla, vendedor ambulante.
A pesar de estas protestas, el alcalde no abordó el tema del proyecto de ley que vetó «Cuántas paradas», y tampoco presentó nuevas iniciativas para ayudar a los solicitantes de asilo.
En cuanto a los vendedores ambulantes, el alcalde resaltó que para él es un triunfo el desplazamiento de los vendedores del puente de Brooklyn, ya que el aglomeramiento que creaba no era seguro.
