Existen más de 300 tipos de lenguas de señas usadas por las personas sordas.
- Redacción
- Role,BBC News Mundo
¿Sabías que más de 1.000 millones de adultos jóvenes corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición evitable y permanente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
La pérdida de audición es una dolencia común y a menudo poco comprendida.
Su incidencia puede aumentar con la edad y no siempre es fácil saber si estamos perdiendo esta capacidad. A veces otros lo notan antes que nosotros mismos.
Hay múltiples causas, incluyendo algunas tratables y otras permanentes.
Cada septiembre se celebra la Semana Internacional de las Personas Sordas. Y el 23 de septiembre es el Día Internacional de las Lenguas de Señas.
Te contamos cuatro datos que quizás desconocías sobre esta afección.
1. ¿Cuántos sordos hay en el mundo?
La OMS estima que más del 5% de la población mundial, unas 430 millones de personas, padecen una pérdida de audición discapacitante y requieren rehabilitación.
Para 2050, el cálculo es que esa cifra superará los 700 millones.
Se llama pérdida de audición discapacitante cuando la pérdida es superior a los 35 decibelios en el oído que oye mejor.
“Casi el 80% de las personas con esta afección viven en países de bajos y medianos ingresos”, dice la OMS.
Más del 25% de los mayores de 60 años padecen una pérdida de audición discapacitante.
“Se le llama personas “sordas” a las que suelen sufrir una pérdida de audición profunda, que oyen muy poco o nada. A menudo se comunican mediante el lenguaje de signos”, amplía la OMS.
2. ¿Existe un único lenguaje de señas?
De acuerdo con la Federación Mundial de Sordos, sordos como tal existen aproximadamente 70 millones en todo el mundo y, como colectivo, utilizan para comunicarse más de 300 diferentes lenguas de señas.
Las lenguas de señas difieren entre sí, tanto en el léxico (conjunto de señas o signos gestuales) como en la gramática.
Además, al igual que las lenguas orales, están sujetas al proceso universal de cambio lingüístico que hace que evolucionen con el tiempo.
Así, una misma lengua puede evolucionar en lugares diferentes hacia variedades diferentes.
Sin embargo, existe un Sistema de Señas Internacional (SSI) que se puede considerar como un sistema de comunicación formado por señas propias, consensuadas, procedentes de las diferentes lenguas.
Se usa en eventos internacionales como Deaflympics, los juegos olímpicos para sordos, para superar las barreras lingüísticas entre los participantes.
3. ¿Es sencillo leer los labios?
Las series televisivas detectivescas muestran a menudo cómo alguien que puede leer los labios aclara un crimen después de descifrar una conversación desde el otro extremo de la habitación, o tras ver una grabación de seguridad.
Por lo general, las personas sordas son mejores que las oyentes en lectura labial, pero dentro de esto hay mucha variabilidad.
Por lo tanto, es fácil para los sordos confundirse al leer los labios o terminar exhaustos tras haber realizado un gran esfuerzo para concentrarse y seguir los movimientos de la boca de alguien.
Es por ello que, si te comunicas con una persona sorda, una guía del Servicio Nacional de Salud británico (NHS por sus siglas en inglés) recomienda perfilarse de frente hacia esa persona, hablar claro y usar oraciones completas en vez de respuestas de palabras únicas.
“La lectura de labios es 70% adivinar y muchas palabras lucen iguales. Usar oraciones da pistas de contexto”, dice el NHS.
4. ¿Qué tan prevenible es la sordera?
Hay casos en que la sordera es irreversible y permanente, pero según la OMS “muchas de las causas que conducen a una pérdida de la audición pueden evitarse mediante estrategias de salud pública e intervenciones clínicas que se realicen a lo largo del curso de la vida”.
En los niños, por ejemplo, la organización argumenta que casi el 60% de la pérdida de audición se debe a causas evitables.
“Del mismo modo, las causas más comunes de pérdidas de audición en adultos, como la exposición a sonidos fuertes y medicamentos ototóxicos, son evitables”, dice la OMS.
El NHS, por su parte, añade que la pérdida de audición también puede darse por motivos tan cotidianos como una infección de oído o la acumulación de cerumen.