El lunes es oficialmente el día de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, quien regresará a la casa blanca como el presidente número 47 de Estados Unidos.
Los actos festivos de inauguración se prolongaron durante todo el fin de semana.
El domingo, Trump asistió a una ceremonia de colocación de ofrendas florales en la Tumba del Soldado Desconocido, que se encuentra el Cementerio Nacional de Arlington en Washington DC.
Más tarde participó en una mitin en el Capital One Arena, en vísperas de su investidura para celebrar de nueva su victoria electoral.
Durante la mitin, Trump repitió varias de sus afirmaciones falsas sobre la inmigración, como la afirmación infundada de que gobiernos extranjeros están “vaciando” sus prisiones, cárceles o instituciones mentales, y que esas personas ahora se encuentran en Estados Unidos.
En él declaró «No sólo ganamos un mandato, sino que construimos una nueva mayoría estadounidense que llevará a nuestro país al éxito durante generaciones.». Esto ante una multitud que celebraba su regreso a la Casa Blanca y proyectaba un optimismo desafiante a pesar de las profundas divisiones políticas nacionales.
El estadio Capital One Arena, con capacidad para más de 20.000 espectadores, se llenó casi en su totalidad. Kid Rock interpretó «All Summer Long» a pesar de la fría mezcla de lluvia y nieve que caía en el exterior. Otros que subieron al escenario fueron el cantante Lee Greenwood, cuyo «God Bless the USA» fue el himno de la campaña de reelección de Trump.
El presidente electo también tuvo una reunión privada el domingo que incluyó un desayuno en Blair House, la residencia oficial de invitados del presidente, al otro lado de la Avenida Pennsylvania de la Casa Blanca.
El presidente electo Donald Trump llega para hablar en un mitin antes de la 60ª toma de posesión presidencial, el domingo 19 de enero de 2025, en Washington. (Foto AP/Alex Brandon)
Dijo también que la prensa lo criticó durante la campaña por mencionar repetidamente al personaje ficticio Hannibal Lecter, pero sugirió que algunos de los inmigrantes que viven en Estados Unidos “probablemente sean peores”.
La multitud aplaudió mientras Trump se burlaba de los aviones para una deportación masiva. Aunque no entró en detalles, Trump ha prometido firmar una serie de acciones ejecutivas, entre ellas sobre la política fronteriza entre Estados Unidos y México.
Mientras tanto, la ceremonia de juramentacion del lunes se llevará a cabo en interiores debido a las gélidas temperaturas que se esperan ese día en la capital.
La última juramentación celebrada en interiores fue la de Ronald Reagan en 1985.
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El presidente electo ha insistido en que la unidad sea uno de los temas de su discurso de investidura el lunes, junto con la fuerza y la equidad, pero también pasaron meses como candidato diciendo que si era elegido buscaría represalias contra los enemigos políticos.
«El 20 de enero no puede llegar lo suficientemente rápido», publicó Trump en sus redes sociales. «Todo el mundo, incluso aquellos que inicialmente se opusieron a una Victoria del presidente Donald J. Trump y la Administración Trump, solo quieren que suceda».
Con temperaturas gélidas esperadas para el lunes, Trump ordenó que la mayoría de los eventos al aire libre del lunes se trasladaran al interior, y los funcionarios celebraron un ensayo el domingo para su juramento en la Rotonda del Capitolio de Estados Unidos, con capacidad para solo 600 personas en comparación con los más de 250,000 invitados que tenían boletos para ver la inauguración desde los alrededores del Capitolio.
Entre las celebraciones de la victoria, Trump acudió a sus redes sociales para comentar el alto el fuego entre Israel y Hamás y la prohibición estadounidense de TikTok.
«¡Los rehenes empiezan a salir hoy! Tres maravillosas jóvenes serán las primeras», escribió Trump.
Este domingo fue su primer día completo de regreso a Washington y dio al presidente electo la oportunidad de energizar a sus principales partidarios antes de la pompa oficial del Día de la Inauguración.
Trump desayunó en privado con senadores republicanos en Blair House, la residencia oficial de invitados del presidente, al otro lado de la avenida Pensilvania, frente a la Casa Blanca, y más tarde posó para una foto con las 10 senadoras republicanas y su jefa de gabinete. Entrando, Susie Wiles.
A diferencia de cuando Trump ayudó a desencadenar una turba de sus partidarios para atacar el Capitolio y trató de retener el poder en 2021 tras su derrota ante el demócrata Joe Biden, las autoridades no esperaban protestas masivas, disturbios o violencia.
En cambio, multitudes jubilosas celebraron el segundo mandato de Trump y el control total del Partido Republicano por parte de MAGA.
El ambiente supuso un giro notable respecto a hace cuatro años, cuando Trump abandonó la capital del país en desgracia y saltó la toma de posesión de su sucesor. Trump arrasó en las primarias presidenciales del Partido Republicano de 2024 y ganó en noviembre con un margen en el Colegio Electoral nunca visto desde la reelección de Barack Obama en 2012.
Trump y Vance pasaron después casi media hora en la Sección 60, el lugar de enterramiento de los militares muertos mientras combatían en Afganistán e Irak, hablando con las familias de tres soldados fallecidos en el atentado del aeropuerto de Kabul de 2021, así como de un cuarto al que no identificaron.
La escena fue muy diferente a la de agosto, cuando dos miembros del personal de la campaña de Trump al parecer «maltrataron verbalmente y empujaron» a un funcionario del cementerio que trató de impedirles que filmaran y fotografiaran en la Sección 60.
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