El conflicto entre Israel y Palestina es un conflicto permanente. Genera incertidumbre y seguramente no tendrá efecto positivo en los mercados a corto plazo.
El caso es que hemos estado 18 meses en un ciclo económico donde la inflación ha dominado el sentimiento del mercado y entramos en otro, donde lo que pesa es el crecimiento económico, con dudas respecto a EE.UU. UU. y Europa. Este cambio de régimen de inflación a crecimiento va a traer volatilidad, entre otras cosas, porque el mercado ha asumido que la inflación va a reducirse de forma más “pegajosa”, sobre todo por el aumento de los precios del petróleo y de los alimentos, Mientras que el papel de los bancos centrales es mantener los tipos de interés y seguir drenando liquidez, lo que sigue teniendo lugar, con la excepción de Japón.
La gran sorpresa es la resiliencia de EE. UU. Este año va a crecer por encima del 2 %, aunque el año que viene esperamos que vaya a crecer menos de lo que el mercado espera. De hecho, el mercado es demasiado optimista respecto a los resultados empresariales. Aunque de momento van a seguir siendo razonablemente buenos, habrá ajuste los próximos trimestres. En concreto, esperamos que el crecimiento de beneficios de las empresas estadounidenses se contraiga más del 2% en 2024, en contraste con las estimaciones de los analistas de crecimientos de hasta el 10%. Además, en Europa la confianza del consumidor muestra debilidad con el endurecimiento monetario y no esperamos que se recupere pronto.
Sin embargo Japón, la tercera economía mundial, puede crecer un 1,5 % en 2024, por encima del potencial, con fuertes exportaciones. La política monetaria sigue acomodaticia, aunque un mayor consumo privado los próximos meses y el repunte de los salarios pueden llevar al Banco de Japón a poner fin a su política de tipos de interés negativos.
En China el consumo parece haberse estabilizado, habiendo mucho margen de mejora, pues las ventas minoristas siguen por debajo de tendencia y los depósitos de los hogares por encima. Falta una recuperación en el sector inmobiliario que refuerza la confianza del consumidor. En el resto de economías emergentes es probable que el crecimiento se acelere hasta 2024, favorecido por un ciclo de reducción de tipos de interés en algunos casos. Las economías emergentes pueden crecer 2,3 % más que las desarrolladas este año y 3,2 % en 2024.
Vuelve renta fija de toda la vida
En todo caso, se ha acabado la represión financiera impuesta por los bancos centrales desde hace diez años, con interés cero en ahorros y depósitos. Entramos en un ciclo con volatilidad, pero con nuevo jugador: la renta fija de toda la vida.
Los fondos de renta fija global con duraciones -sensibilidad a variaciones de tipos de interés- de 3 a 4 años muestran rentabilidades planas o ligeramente negativas lo que llevamos de año. Pero en vencimientos a corto plazo en Europa la rentabilidad a vencimiento está por encima del 4%, con poco riesgo. Hay que mirar a un plazo de 3 a 4 años, donde es posible obtener unas rentabilidades anualizadas de 4 a 5 %, es decir, un cupón que va a dar muchas alegrías al inversor. Es uno de los elementos clave para construir la cartera de renta fija, habiendo muchas soluciones para el perfil conservador en España. Más aún, ha vuelto la combinación 70 % renta fija y 30 % variable. Ahora bien, conviene dejar las decisiones de exposición a duración al gestor.
Por nuestra parte, vemos valor en bonos del Tesoro de EE.UU. UU., con rentabilidad a vencimiento en niveles no vistos en 15 años, un punto de entrada atractivo, pues la Reserva Federal parece haber alcanzado máximos en tipos de interés, que pueden relajarse durante 2024. Además, los bonos ligados a la inflación de EE.UU. . UU. parecen atractivos, con rentabilidades reales de más del 2 %, por encima de nuestra estimación de crecimiento del PIB real. Sin embargo, la deuda empresarial de alta rentabilidad de EE.UU. UU. proporciona una compensación insuficiente por el riesgo asumido.
Además, sobre ponderamos deuda soberana en moneda local de mercados emergentes, cuyas divisas, pueden proporcionar una fuente adicional de rentabilidad. Con los tipos de interés reales en máximos de décadas, la sostenibilidad de esta deuda puede ser un problema en algunas naciones, como Egipto, Sudáfrica y Chile, pero la mayoría cuenta con las herramientas para combatir la creciente carga de tipos de interés.
Acciones de calidad
A esto se añaden varias ideas que pueden complementar una cartera.
En renta variable, favorecemos visibilidad de beneficios y el bajo apalancamiento, es decir, «calidad» y, sobre ponderamos la renta variable suiza. También sobre ponderamos mercados emergentes excluyendo China.
Nuestra preferencia son las acciones de valor, que cotizan con descuento significativo en relación con las de crecimiento. Su mejor comportamiento puede continuar, aunque haya acciones de crecimiento atractivas. Por su parte las acciones de energía han sido subestimadas, a pesar del repunte del petróleo ante una oferta ajustada. El sector de energía es el segundo más barato, tras finanzas y lo sobre ponderamos. Además, hay que mirar infraestructuras y energía limpia. También hay sectores relativamente estables con valoraciones razonables, como servicios de comunicación -que pueden aprovechar los beneficios de la inteligencia artificial-. Además, sobre ponderamos el consumo básico, como protección ante un menor crecimiento económico. Pero las acciones de consumo discrecional parecen vulnerables, dados los altos precios del petróleo y tipos de interés, además del menguante ahorro de los hogares como porcentaje del PIB Pero infra ponderamos el sector inmobiliario, que esperamos seguir comportándose peor por los altos tipos hipotecarios y dislocación del sector de oficinas.
Ideas que pueden complementar una cartera
En cuanto a activos alternativos hay estrategias de inversión con valor liquidativo diario que toman posiciones a la baja y al alza y proporcionan exposición a mercados con bajo nivel de volatilidad. Pueden servir de cobertura, participando de las subidas al 60% con una volatilidad limitada. Hay que tener en cuenta que la inversión alternativa es un elemento estructural que va a jugar papel de diversificación clave. Eso sí, su peso puede ser del 5 al 10%. El reto es una armonización fiscal de vehículos que facilita el acceso al inversor minorista, como los ELTIF, a partir de 10.000 EUR. Con un buen asesoramiento podrás formar parte de las carteras. Conviene hablar con el asesor al respecto.
Vamos por el buen camino en la industria de fondos
En la industria de fondos tenemos muchos retos, pero hay que destacar la laboral social de la Industria de gestión de activos los últimos diez años. En España, con esfuerzo, profesionalización, tecnología e innovación, hemos crecido en asesoramiento más que otros mercados europeos. Se ha universalizado el acceso al asesoramiento. Actualmente cualquier ciudadano tiene a su disposición las herramientas en su entidad financiera. Incluso para jóvenes hay plataformas y cursos de formación en muchas entidades financieras y de seguros y sus fundaciones, además de Inverco.
También hay que destacar que, por primera vez, crece conjuntamente el volumen de dinero asesorado y no asesorado. Hasta ahora cada vez que había un problema de volatilidad en los mercados el inversor el español se refugiaba en cuenta corriente y caía la parte asesorada.
Vamos por el buen camino. Tenemos una base muy sólida y tenemos que mirar con optimismo los desafíos en la industria española, pues contamos con los conocimientos y experiencia para navegar con éxito estas aguas.
Eso sí, en cuanto a sostenibilidad, el regulador no está haciendo suficiente esfuerzo para alinearse con la industria. En un grupo de expertos En Londres con latinoamericanos y europeos hemos asistido al testimonio de un regulador latinoamericano que se ha reunido con cada una de las entidades para intentar entender las mejores prácticas, en un cuadro de situación. No está sancionando, sino ayudando. Es lo que seria deseable por parte del regulador español.