´Desplazados y Desconectados´ es el nombre de la reciente encuesta sobre la experiencia de los solicitantes de asilo en nuestra ciudad.
En el sondeo, liderado por las organizaciones sin ánimo de lucro ‘Se hace Camino Nueva York’ y Hester Street, se entrevistó a unos 800 migrantes, la mayoría procedentes de Venezuela, Colombia y Ecuador. Y las respuestas preocupan a estas entidades.
Natalia Aristizábal, Directora Adjunta Se Hace Camino NY dice:
“No están teniendo acceso a un abogado. Si no tienen acceso a un abogado, no van a poder aplicar a un asilo político y eso quiere decir que van a unirse a la comunidad que está aquí, indocumentada y sabemos que eso tiene una espera larguísima”.
Según el estudio, el 93% de los encuestados dijo que no ha encontrado asistencia legal para solicitar el asilo. El 97 % asegura no haber recibido autorización para trabajar.
“Es algo fundamental en el proceso de asilo que uno puede solicitar el asilo y lamentablemente, aunque NY en la última década, ha creado programas innovadores que tiene que ver con el servicio legal para los inmigrantes no hay suficientes”, explica el Daniel Altschuler , Director de Política y Comunicaciones Estratégicas.
Oficiales electos, el defensor del pueblo y el contralor de Nueva York resaltan los esfuerzos de la ciudad abriendo refugios, pero recuerdan que sin suficientes servicios legales, educativos y de salud, los recién llegados tendrán muchas barreras.
Se recomienda incluir por lo menos 140 millones de dólares adicionales en servicios legales para migrantes en el presupuesto municipal.
Se hace Camino Nueva York dice que es la encuesta más grande que se ha hecho a la fecha para esta población y esperan que las respuestas sean tenidas en cuenta por el gobierno en todas sus instancias.
Pero en un comunicado, un portavoz de la alcaldía indica lo siguiente:
“Hemos presupuestado más de $60 millones de dólares para servicios legales gratuitos con la inmigración este año… Invitamos al contralor y al Concejo Municipal a unirse a nosotros para pedir cambios sistémicos al gobierno federal en lugar de un enfoque que estire aún más los recursos de los neoyorquinos que ya son escasos».