Basura en la calle, en la acera, ratas y el mal olor afean a la capital del mundo, creando además un ambiente peligroso e incómodo para residentes y turistas.
-¿Te gustaría ver que la ciudad contratara personas que limpiaran las aceras y un poco la calle?
“Pues yo creo que sí”, dijo Luisa Osorio, vecina del área. “Eso fomentaría también el empleo, ¿no?”.
Cortés.
Mantener la Gran Manzana limpia es tarea de todos, opina Rosaín Cortez, quien se gana la vida como vendedor ambulante.
-¿Te gustaría que hubiera más control?
“Claro, para que tengamos la oportunidad de trabajar y mantener limpia la ciudad”.
El consenso de residentes, pequeños comerciantes y hasta dueños de negocios es que el gobierno local no los responsabilice al 100%. Sino que reconozca la necesidad y ayude en áreas comerciales como la popular avenida Roosevelt en Jackson Heights.
Sin embargo una proposición del concejal del distrito 3 de Manhattan Erik Bottcher, busca multar a dueños de negocios si no mantienen limpio el frente todo el día.
-¿La ciudad debería proveer entonces personas que limpien las aceras?
“Sí, sí, porque es que estamos en una ciudad que debemos mantener todo completamente limpio. No solamente el de al lado sino todos”, dijo Elsy Olaya.
Olaya.
La ley exige que los propietarios limpien hasta 18 pulgadas hacia la calle bajo el riesgo de penalidades en un espacio de tiempo de dos horas diarias.
La nueva legislación ampliaría el mandato de 8 de la mañana hasta las 7 de la noche, o en el horario de operaciones establecido por el comerciante. Y aquí, surge la polémica.
“Cuando llegan a veces meten la basura ahí de una y eso se abre, dejan eso todo cochino, y barren un poquitito pero dejan todo eso vuelto nada. Entonces nos toca mandar gente a limpiar otra vez”, dijo Giancarlo Franco, administrador de negocio.
Entre las responsabilidades de Elsy Olaya en la panadería “Pecochitas” está la de barrer el frente del negocio cumpliendo con la ley.
Ve bien la propuesta pero pide, como tantos otros, que no la dejen sola.
Por el momento es solo una propuesta de ley. El próximo paso es llevarla a un voto y someterla a aprobación.
