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martes, julio 15, 2025

'The Contestant' en Hulu ofrece un vistazo a la ética de los reality shows


Entonces imagina esto. Es 1998. Quieres ser comediante y estás desesperado por encontrar trabajo. Te diriges a la gran ciudad y empiezas a ir a audiciones. Luego, para tu absoluta alegría, te eligen para un reality show.

Sin embargo, cuando llegas al set, las cosas se ponen raras. Te ordenan que te quites toda la ropa y te entregan una pila de postales en blanco y un bolígrafo. El objetivo es utilizarlos para participar en concursos de revistas (muchos) y ganar premios. Una vez que el valor del premio suma una determinada cantidad, habrás ganado. ¿Qué has ganado? Bueno… ya verás.

Esto es algo real que le sucedió a Tomoaki Hamatsu, conocido como Nasubi: fue seleccionado por Toshio Tsuchiya, un productor de reality shows japonés, para hacer precisamente eso en un programa de televisión transmitido a nivel nacional. (Si la historia te suena familiar es porque fue la base para un episodio popular de «This American Life».) Si puedes creerlo, la historia de Nasubi se vuelve más extraña a partir de ahí, y ahora es el tema del nuevo documental de Clair Titley. «El concursante» (disponible en Hulu).

La película se realizó con la participación de varias figuras involucradas en la producción original, incluidos Tsuchiya y Nasubi. Vuelve a contar la historia utilizando entrevistas y una gran cantidad de imágenes del programa real, lo que subraya lo innovador que fue. La vida de Nasubi dentro de la habitación se transmitió antes de que las cámaras web voyeuristas fueran comunes, y comenzó a transmitirse el mismo año en que se estrenó “The Truman Show”, con su trama extrañamente similar.

Vale la pena ver “The Contestant” por la extrañeza de la historia. Sin embargo, lo encontré curiosamente poco desarrollado como documental. Han pasado más de 25 años desde la terrible experiencia de Nasubi, años en los que las cuestiones de explotación y ética en los reality shows, que rodean todo, desde El imperio de las “verdaderas amas de casa” de Bravo a “La maldición” y mucho más, han sido, si no resueltos en absoluto, al menos explorados en profundidad, relitigados cada vez que surgen noticias sobre la manipulación de sujetos o la verdad detrás de escena. («Irreal,» un drama con guión basado en las maquinaciones de un programa similar a “Bachelor”, es una forma reveladora de profundizar en esas preguntas. Está disponible en la mayoría de las plataformas principales.)

La gran pregunta no es por qué se siguen haciendo reality shows sin escrúpulos, porque sabemos la respuesta. La pregunta más importante es por qué seguimos viéndolo y qué tipo de escrúpulos y escrúpulos humanos tenemos que dejar de lado para complacernos. “The Contestant” tiene a su alcance un texto rico para explorar nuestro panorama de realidad actual, sin mencionar nuestra fascinación por las crisis de las redes sociales. Pero en realidad no va ahí, prefiriendo asegurarnos que Nasubi está bien.

Pero el hecho de que la película no haya profundizado más en su historia no significa que no podamos hacerlo, y “The Contestant” es un excelente punto de partida para conversaciones como ésta. Por eso vale la pena verlo y pensarlo. Porque no es sólo una historia loca: es importante en nuestra era saturada de medios, siempre activa y que no podemos apartar la vista.



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