CNN
—
La última incorporación al Zoológico de Oregón es adorable y está ayudando a aumentar la población de una especie que alguna vez estuvo en peligro de extinción.
Un bebé bontebok nació en el zoológico el 1 de abril de Winter, su madre de 8 años, según un comunicado de prensa del Zoológico de Oregón.
El bontebok es una especie de antílope de pastoreo nativo de las llanuras costeras del noroeste de Sudáfrica, según el sitio web del zoológico. Pero después de ser cazados hasta casi la extinción a principios del siglo XX, los herbívoros ahora solo se encuentran en zoológicos, granjas y reservas de caza.
La cría, aún sin nombre, pesa alrededor de 18 libras y parece saludable, explicó el comunicado de prensa. El bebé recibió alimentación suplementaria y una transfusión de plasma porque no comenzó a amamantar inmediatamente después del nacimiento. Parece haberse recuperado, dijo el zoológico.
“Le dimos un par de biberones suplementarios y luego se lo devolvimos a mamá”, dijo Kelly Gómez, que supervisa la sección de África del zoológico, en el comunicado. “Y luego, de la noche a la mañana, estaba amamantando muy bien. Es un tipo pequeño y robusto, y bastante guapo”.
Gomez describió al bebé como “una prueba viviente del impacto que las personas pueden tener si trabajamos juntos por la vida silvestre”.
“Hace un par de cientos de años, solo quedaban 17 bontebok en el planeta, y la especie se dirigía a una extinción casi segura”, dijo en el comunicado.
Los antílopes fueron cazados en exceso por los colonos holandeses en el sur de África durante los siglos XVIII y XIX, quienes los consideraban una plaga, según el zoológico.
Pero el bontebok se diferencia de otros antílopes en un aspecto crucial: no pueden saltar. Debido a esto, «algunos granjeros simpatizantes» pudieron encerrar de manera segura los 17 bontebok que aún estaban vivos en una propiedad cercada en 1837, dice el zoológico.
En 1931, Parque Nacional Bontebok se estableció en Sudáfrica y la especie comenzó a recuperarse lentamente.
Hoy en día, los bontebok están categorizados como “vulnerables” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se estima que hay entre 2.500 y 3.000 antílopes.
“Es una historia de conservación increíble”, dijo Gómez en el comunicado. “Y con suerte, podemos inspirar más éxitos como este en el futuro”.
